San Francisco aprueba renovación de 212 millones de dólares de sistema de trenes operado por disquetes
Los funcionarios de tránsito de San Francisco aprobaron una reforma de 212 millones de dólares de su antiguo sistema de control de trenes, que durante décadas ha funcionado con datos almacenados en disquetes.
La junta de la Agencia Municipal de Transporte, que supervisa la red de tren ligero Muni Metro en la ciudad, aprobó un nuevo contrato con Hitachi Rail para mejorar su sistema de control de trenes existente, que se instaló por primera vez en la estación de metro Market Street en 1998.
El software que ejecuta el Sistema Automático de Control de Trenes (ATCS) se almacena en disquetes que se cargan cada mañana, según el Crónica de San Francisco.
Se utilizan tres disquetes para cargar el software DOS que controla los servidores centrales del sistema, según Ars Technica.
DOS, que significa sistema operativo de disco, se utilizó para alimentar las computadoras personales de IBM durante las décadas de 1980 y 1990. Pero la creciente popularidad de Windows y otras interfaces gráficas de usuario llevaron a su desaparición.
“Cuando un tren ingresa al metro, su computadora a bordo se conecta al sistema de control del tren para hacer funcionar el tren en modo automático, donde los trenes se conducen solos mientras los operadores supervisan”, dijo Michael Roccaforte, portavoz de la SFMTA, a Ars Technica en abril.
“Cuando salen del metro, se desconectan del ATCS y vuelven al funcionamiento manual en la calle”.
Roccaforte dijo que el plan inicial era abandonar los disquetes a partir de 2018. Se esperaba que todo el proceso durara una década.
Pero la pandemia de coronavirus retrasó el objetivo final inicial hasta 2030.
Se dice que el sistema Hitachi que eventualmente reemplazará al mecanismo accionado por disquete está cinco generaciones por delante, según la directora de tránsito de Muni, Julie Kirschbaum.
Kirschbaum dijo al Chronicle que el nuevo sistema es la mejor tecnología de control de trenes disponible en el mercado.
Para quienes poseían computadoras personales en las décadas de 1980 y 1990, el disquete de 5 pulgadas y cuarto estuvo alguna vez entre los formatos más populares para el almacenamiento de memoria y el intercambio de datos.
Pero la llegada del CD-ROM, las unidades USB y las capacidades mejoradas del disco duro marcaron el principio del fin de los disquetes.
El último gran fabricante de disquetes fue Sony, que dejó de producirlos en 2011.