Trump puede haber empañado la imagen de la política estadounidense, pero culparlo únicamente a él es injusto
En un mundo tan turbulento como la política actual, es natural escuchar discusiones interminables entre candidatos partidistas. En el ciclo electoral presidencial de 2024, ambas partes se están preparando para proyectar sus voces más fuerte por cualquier medio necesario. Sin embargo, la reciente condena del ex presidente y destacado candidato republicano Donald Trump es sólo el último escándalo que ha conmocionado el panorama político nacional.
El pago por parte de Trump de dinero para silenciar rápidamente las acusaciones de aventuras amorosas fue ocultado bajo la alfombra hace cuatro años, pero ahora ha sido reconocido por numerosas fuentes, incluidas aquellas con vínculos con Trump. En el gran período previo a las elecciones presidenciales de 2016, mientras Trump era noticia nacional al asegurar la nominación republicana, él y su abogado, Michael Cohen, estaban haciendo todo lo posible para proteger la imagen de Trump como buen hombre de negocios. A medida que se desarrolla este drama, el juicio penal y la condena de Trump en Nueva York no hacen más que respaldar la creciente evidencia de que el futuro más amplio de la política estadounidense se ha visto gravemente contaminado por las acciones de Trump.
Más: Trump no es apto para el trabajo más importante del mundo. Su condena por delito grave lo demuestra.
Los pagos para mantener el silencio han puesto a dos personas en el centro de atención: Daniel tormentoso y Karen McDougal. Los elevados sobornos (más de 100.000 dólares) se pagaron para evitar que estas mujeres presentaran información perjudicial que podría haber descarrilado las posibilidades de Trump de ganar la presidencia de 2016. Daniels había hablado anteriormente sobre la supuesta relación de Trump con ella, pero no se había presentado nada significativo en términos de cargos. Sin embargo, cuando los fiscales locales de Manhattan reunieron suficiente información sobre la enorme red de mentiras, Trump fue acusado formalmente. Si bien pagarle a alguien para que guarde silencio no es necesariamente un delito, falsificar registros comerciales para encubrir pagos secretos es ilegal. Este ocultamiento a través de una maraña de encubrimientos preocupa a los partidarios de Trump porque puede perjudicar sus perspectivas en las elecciones de 2024.
Cohen, el abogado de Trump, compró el silencio de Daniels por 130.000 dólares. Cuando Trump finalmente ganó la presidencia sobre la candidata demócrata Hillary Clinton, la compañía de Trump pudo reembolsar a Cohen mediante pagos incrementales bajo “gastos legales corporativos”. Cohen, quien fue declarado culpable y sentenciado a prisión por sus intrigas, ha sido liberado desde entonces. Fue un testigo principal en el juicio de Trump.
Pero sería injusto culpar únicamente a Trump por la actual imagen empañada de la política estadounidense. En pocas palabras, sigue siendo un pequeño ejemplo de un problema nacional más amplio que ha ido permeando sutilmente la política. El hiperpartidismo polarizador que vemos hoy tiene raíces profundas en la sociedad y la historia estadounidenses, forjando un entorno lleno de toxicidad y narrativas subjetivas en lugar de discurso veraz. Inquebrantables en nuestro compromiso con los fundamentos de la democracia, debemos recordar depositar nuestra confianza en nuestros valores fundamentales y esforzarnos por garantizar un proceso político equitativo y honesto para todos los miembros de la nación, independientemente de sus tendencias políticas.
Desde el escándalo Watergate del ex presidente Richard Nixon hasta la actualidad, los estadounidenses han recibido duras llamadas de atención en el ámbito político. Esta vez, debemos exigir mayor transparencia e integridad a nuestros líderes. Sin responsabilizar a los políticos, no hay manera de que podamos prosperar juntos como nación. Lo que está mal, indiscutiblemente está mal. La salud futura de nuestra democracia depende de las medidas que se tomen para recuperar la unidad y la integridad del sistema político estadounidense.
Alex Seojoon Kim es un estudiante de secundaria en Stillwater.
Este artículo apareció originalmente en Oklahoman: La condena de Trump mancha la política estadounidense, pero él no es el único culpable