Los gobiernos de la UE dudan sobre los aranceles a los vehículos eléctricos chinos mientras se intensifica la disputa comercial
Por Philip Blenkinsop y Nick Carey
BRUSELAS (Reuters) – Los países de la UE están dudando sobre si respaldar aranceles adicionales a los vehículos eléctricos fabricados en China, lo que pone de relieve el desafío de Bruselas para conseguir apoyo para su mayor caso comercial hasta el momento, mientras Pekín amenaza con represalias de amplio alcance.
Alemania, cuyos fabricantes de automóviles realizaron un tercio de sus ventas el año pasado en China, quiere detener los aranceles, según una fuente gubernamental, mientras que Francia ha estado entre los partidarios más firmes.
Pero la mayoría de los países todavía están sopesando los pros y contras de la creciente disputa comercial, según una encuesta informal realizada por Reuters entre los gobiernos de la UE.
La cuestión se someterá a votación consultiva en las próximas semanas, la primera prueba oficial de apoyo en un caso histórico para la Comisión. La UE inició la investigación sin una denuncia de la industria, el primer caso comercial de este tipo.
Está previsto que el bloque confirme el jueves aranceles provisionales de hasta el 37,6% sobre marcas chinas como BYD, Geely y SAIC, así como sobre modelos fabricados en China de Tesla, BMW y otros fabricantes de automóviles occidentales.
Los miembros de la UE también votarán en octubre si la Comisión propone aranceles plurianuales al final de su investigación. Estos se bloquearían si una “mayoría cualificada” de al menos 15 países que representen al 65% de la población de la UE votara en contra.
Francia, Italia y España, con el 40% de la población de la UE, han indicado que respaldarían los aranceles.
“Europa debe defenderse si nuestras empresas se ven perjudicadas y no compiten en igualdad de condiciones”, afirmó el Ministerio de Economía español.
Sin embargo, la República Checa, Grecia, Irlanda y Polonia todavía están debatiendo el tema, según dijeron fuentes oficiales y gubernamentales, mientras que Bélgica tiene un gobierno interino y los Países Bajos sólo tuvieron gobierno esta semana.
EFECTOS NEGATIVOS
Alemania ha subrayado la necesidad de una solución negociada con Pekín. Sus fabricantes de automóviles han dicho que los aranceles son una estrategia equivocada, ya que los efectos negativos superan a los beneficios.
Los opositores afirman que aumentar el coste de los vehículos eléctricos para los consumidores socava el objetivo de la UE de ser neutral en carbono para 2050. Tesla ha dicho que aumentará los precios.
La represalia de Pekín podría suponer aranceles adicionales a las exportaciones de la UE de coñac, carne de cerdo o automóviles de lujo.
La Comisión dice que los aranceles son necesarios para contrarrestar los préstamos baratos, la tierra y las materias primas y otros subsidios, y que el objetivo es lograr igualdad de condiciones, no excluir a los fabricantes de automóviles chinos, como probablemente hará el arancel del 100% planeado por Estados Unidos.
Los aranceles también podrían dar a la UE influencia en las negociaciones con Pekín y empujar a los productores a fabricar automóviles en la UE.
Hosuk Lee-Makiyama, director del centro de estudios Centro Europeo de Economía Política Internacional, dijo que una mayoría clara en uno u otro sentido podría envalentonar a los opositores o partidarios de los aranceles. Agregó que las posiciones finales al final de la investigación dependerán de lo que Pekín ofrezca en las negociaciones.
“Si vamos a votación, significará que las negociaciones han fracasado”, dijo.
La investigación sobre los vehículos eléctricos podría ser solo el comienzo para que la UE endurezca su postura frente a Pekín, mientras sus empresas ecológicas y tecnológicas siguen la estela de sus rivales mundiales, según muestran entrevistas con media docena de expertos en comercio.
Señalan un informe actualizado de 712 páginas sobre la interferencia y los subsidios del Estado chino, publicado en abril, como la señal más fuerte hasta el momento de que Bruselas habla en serio.
El documento es de lejos el más extenso elaborado por la Comisión y demuestra que ha aprendido una lección de una investigación sobre los paneles solares chinos hace una década, cuando no impuso aranceles y la propia industria de la UE colapsó.
Ofrece pruebas que respaldan sus afirmaciones de que China no juega con las mismas reglas e incluye investigaciones en una gama más amplia de industrias, más allá de las tradicionales como el acero, incluidos semiconductores, equipos de telecomunicaciones y energía renovable.
Esto deja la puerta abierta a futuros casos.
“Este informe sirve para establecer el contexto y mostrar cómo y por qué Europa está cambiando sus políticas”, dijo Alicia García Herrero, investigadora principal del centro de estudios económicos Bruegel, con sede en Bruselas. “Para ser franca, también es un mensaje especialmente para la cancillería alemana”.
(Reporte de Philip Blenkinsop y Nick Carey; Reporte adicional de Leigh Thomas, Jan Lopatka, Belen Carreno, Sarah Marsh y Renee Maltezou; Editado por Josephine Mason y David Holmes)