La narrativa como efecto político – Jornal Espalha Fato

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Dos gimnastas detienen al mundo para observarlas. Saltos imposibles desafían la gravedad y los evaluadores, y las principales medallas van para unos y para otros, hasta que, en el último podio, el arco luce la icónica fotografía histórica. Rebeca Andrade y Simone Biles saben lo que hacen. Cuidan lo que ofrecen, ya sea en equipos olímpicos, como competidores o en discotecas francesas, muy amables y felices.

Van más allá de sus profesiones: son defensoras de una mejor salud mental para los deportistas, son de diferentes países, pero no de condiciones culturales lejanas, pues también son mujeres, y mujeres negras. Esta construcción define la forma en que eligieron narrar y valorar nuevas formas de mirar el deporte, los otros, los cuerpos y el presente.

Pasamos nuestros días sin darnos cuenta de las narrativas que impregnan nuestras acciones y pensamientos. Hoy en día, la vida cotidiana se ha convertido en el obstáculo a superar, y llegar al día siguiente ya parece ser suficiente. Este estado de supervivencia ininterrumpida es consecuencia del dominio por parte del sistema opresivo de los medios de su producción y de nuestras reacciones.

Varios intelectuales se dedican a comprender este proceso llamado, desde Foucault, biopolítica. Desde el italiano Giorgio Agamben hasta el japonés Kuniichi Uno, discuten cómo las relaciones llegaron a estar bajo el control de intereses específicos. Y quizás el más inquieto sea Achille Mbembe. Con La comunidad terrenalEl filósofo camerunés cierra la trilogía –que ha movido las estructuras intelectuales en la última década–, a través de la cual interpone decolonialismo, biopolítica y antropoceno.

Vivir bajo el dominio de los cuerpos por los intereses del capital es un aspecto recurrente en las producciones intelectuales. Sin embargo, se sigue ignorando la importancia de la narrativa, como dispositivo para desarrollar nuevas respuestas y soluciones. Énfasis en los estudios del filósofo coreano Byung-Chu Han.

Sin pensar en cómo narrarlo y sus consecuencias, nos resultará difícil liberarnos de la servil supervivencia utilitaria.
Cuidar las narrativas, entonces, cobra cada día más relevancia, en este momento de incesante manipulación y dominio de las subjetividades a través del miedo y la desinformación.

Los nacionalistas y ciertos grupos políticos y económicos supieron imponer narrativas, y éstas ya se están infiltrando en Portugal sin vergüenza. Nuestra protección radica en la forma en que ampliamos nuestra percepción de las narrativas y sus movimientos sutiles.

Andrade y Biles supieron hacer de la cita olímpica el momento para presentar sus discursos. Y lo hicieron por cariño, sin necesidad de decir nada más. Al hacernos sentir su alegría, complicidad y respeto, las gimnastas invirtieron los patrones de sus cuerpos y afirmaron la grandeza de sus manifiestos.

Para quienes no son deportistas ni tienen acceso a los medios, lo importante es ampliar su propia percepción. Y la mejor manera de hacerlo es vivir con ideas y experiencias sensibles. Las manifestaciones artísticas y culturales son las principales estructuras de la experiencia afectiva por su capacidad de sorprender y ofrecer lo inesperado.

Esta convivencia amplía nuestro vocabulario simbólico y, finalmente, nuestra capacidad para percibir los escondites de las narrativas que producimos y aquellas en las que participamos y estamos involucrados.

Por lo tanto, reaccionar ante el estado de supervivencia requiere nuevas preguntas: ¿Cuál es la narrativa de nuestra vida diaria? ¿Qué narrativa construimos como inmigrantes? ¿Y cuando atendemos a narrativas que, sin prestar atención, son mantenimiento y fortalecimiento de sistemas opresivos?

En lugar de correr riesgos, a través de narrativas aislacionistas, defensivas, acusatorias y dogmáticas, ¿qué tal si le damos a nuestros afectos (con correcciones, cuando sea necesario) la calidad de un improbable triple salto, junto con Andrade, Bile y Mbembe?

Lecturas sugeridas:

La crisis de la narración, de Byung-Chul Han. Editora Relógio D'Água, 2024.

La comunidad terrenalPor Achille Mbembe. Editorial Antígona, 2024.

Poderes de suavidadPor Anne Dufourmantelle. Editora n-1, 2022

La génesis de un cuerpo desconocidopor Kuniichi Um. Editora n-1, 2014.

El poder del pensamientoPor Giorgio Agamben. Editora Relógio D'Água, 2011-2013

Los artículos del equipo de PÚBLICO Brasil están escritos en la variante de la lengua portuguesa utilizada en Brasil.

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