“Es imposible” que la República Popular China sea nuestra patria, dice el presidente de Taiwán
TAIPEI (Reuters) – Es “imposible” que la República Popular China se convierta en la patria de Taiwán porque Taiwán tiene raíces políticas más antiguas, dijo el sábado el presidente de la isla, Lai Ching-te.
Lai, que asumió el cargo en mayo, es condenado por Pekín como “separatista”. Rechaza las reclamaciones de soberanía de Beijing, diciendo que la isla es un país llamado República de China, cuyos orígenes se remontan a la revolución de 1911 que derrocó a la última dinastía imperial.
El gobierno republicano huyó a Taiwán en 1949 después de perder una guerra civil con los comunistas de Mao Zedong, quienes crearon la República Popular China, que continúa reclamando la isla como su territorio “sagrado”.
En un concierto previo a las celebraciones del día nacional de Taiwán el 10 de octubre, Lai señaló que la República Popular había celebrado su 75º aniversario el 1 de octubre y que en unos días sería el 113º cumpleaños de la República de China.
“Por lo tanto, en términos de edad, es absolutamente imposible que la República Popular China se convierta en la 'patria' del pueblo de la República de China. Por el contrario, la República de China puede ser la patria del pueblo de la República Popular. de China mayores de 75 años”, añadió Lai entre aplausos.
“Uno de los significados más importantes de estas celebraciones es que debemos recordar que somos un país soberano e independiente”, afirmó.
La Oficina de Asuntos de Taiwán de China no respondió llamadas en busca de comentarios fuera del horario de oficina.
El presidente chino, Xi Jinping, en un discurso pronunciado en vísperas del día nacional de su país, reiteró la opinión de su gobierno de que Taiwán era su territorio.
Lai, quien pronunciará su propio discurso principal en el día nacional el 10 de octubre, ya ha pinchado a Beijing con referencias históricas.
El mes pasado, Lai dijo que si los reclamos de China sobre Taiwán se referían a la integridad territorial, entonces también debería recuperar tierras de Rusia que le fueron entregadas por la última dinastía china en el siglo XIX.
(Reporte de Ben Blanchard; Editado por Mark Potter)