La ONU condena la toma de poder por parte de los hutíes en Saná, Yemen | Noticias sobre los hutíes
El grupo yemení ha tomado la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en la capital, Saná.
Naciones Unidas ha condenado la toma por parte de los hutíes de su Oficina de Derechos Humanos en la capital yemení, Saná.
Los hutíes irrumpieron en la oficina a principios de este mes y se apoderaron de documentos, muebles y vehículos, informó el martes un alto funcionario de la ONU. El incidente fue la última ofensiva del grupo alineado con Irán contra la ONU, las agencias de ayuda y las embajadas extranjeras, en medio de su campaña contra la guerra de Israel en Gaza, que incluye ataques a barcos en el Mar Rojo.
La oficina fue ocupada el 3 de agosto y los empleados locales de la ONU fueron obligados a entregar sus pertenencias y documentos, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, en un comunicado.
“Las fuerzas de Ansar Allah deben abandonar el lugar y devolver todos los bienes y pertenencias inmediatamente”, exigió Turk, utilizando el nombre oficial de los hutíes.
#Yemen: @volker_turk condena enérgicamente el asalto a @ONUDerechosHumanos oficina en Sanaa por las autoridades de facto de Ansar Allah.
Deben liberar de forma inmediata e incondicional a todos los trabajadores de las Naciones Unidas y de las ONG detenidos y crear condiciones para que puedan trabajar sin amenazas ni obstáculos.
— Derechos Humanos de la ONU (@UNHumanRights) 13 de agosto de 2024
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo que ha suspendido las operaciones en áreas bajo control de los hutíes, que incluyen Saná y la mayor parte del norte de Yemen, luego de una ofensiva del grupo en junio contra organizaciones extranjeras.
Sin embargo, todavía opera en las partes de Yemen controladas por el gobierno reconocido internacionalmente, que cuenta con el respaldo de una coalición liderada por Arabia Saudita, con la que los hutíes han estado luchando por el control de Yemen desde 2014.
Los hutíes detuvieron en junio a más de 60 personas que trabajaban con la ONU y otras ONG, afirmando que habían arrestado a miembros de una “red de espionaje estadounidense-israelí”.
El grupo difundió vídeos de 10 yemeníes, incluido un trabajador de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que supuestamente confesaron haber sido reclutados por la Embajada de Estados Unidos.
La ONU insistió en que la confesión fue obtenida mediante coacción.
“Todas esas afirmaciones son infundadas”, afirmó Turk. “En ningún momento mi oficina ha participado en actividades distintas a las que están al servicio del pueblo de Yemen, de conformidad con mi mandato”.
Desde entonces, la guerra en Yemen ha matado a más de 150.000 personas y ha creado uno de los peores desastres humanitarios del mundo, matando a decenas de miles más.