La ONU admite que nueve miembros del personal de la UNRWA “pueden haber estado involucrados” en el ataque del 7 de octubre contra Israel
Naciones Unidas admitió el lunes que nueve empleados de su controvertida agencia para los refugiados palestinos, UNRWA, “podrían haber estado involucrados” en el brutal ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre contra Israel.
La Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU dijo que su investigación sobre 19 empleados de UNRWA acusados de ayudar en la masacre encontró que casi la mitad de ellos probablemente jugaron un papel activo en el horror, que dejó más de 1.200 personas muertas y otras 250 secuestradas.
“En el caso de nueve personas, la evidencia fue suficiente para concluir que podrían haber estado involucradas en los ataques del 7 de octubre”, dijo el representante de la ONU, Farhan Haq.
“Para nosotros, cualquier participación en los ataques es una tremenda traición al tipo de trabajo que se supone que debemos hacer en nombre del pueblo palestino”, dijo Haq.
Los presuntos colaboradores del terrorismo, todos hombres, serán despedidos, dijo la agencia, sin identificar a los sospechosos ni detallar en qué atrocidades pudieron haber participado.
En febrero, las autoridades israelíes identificaron a un trabajador social de la UNRWA, Faisal Ali Musalam Naami, entre los empleados de la agencia que participaron en el ataque.
Israel afirmó en ese momento que el trabajador fue captado en video cargando el cuerpo de un soldado israelí en su automóvil y alejándose con él ese día.
El Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, quien anteriormente criticó a Estados Unidos y otras naciones que detuvieron las donaciones al grupo humanitario después de las acusaciones contra sus empleados, acordó despedir a los nueve empleados citados en el informe de la ONU.
“He decidido que en el caso de estos nueve miembros del personal restantes, no pueden trabajar para UNRWA”, dijo Lazzarini en un comunicado.
“Todos los contratos de estos funcionarios serán rescindidos”.
La ONU abrió la investigación después de que Israel entregara documentos que alegaban que al menos 12 empleados de UNRWA estaban involucrados en el ataque terrorista del 7 de octubre.
Algunos de esos empleados fueron descritos como profesores y trabajadores sociales, e incluían a un instructor de árabe que resultó ser un comandante militar de Hamas que ayudó a masacrar al Kibbutz Be'eri.
La UNRWA ha permanecido bajo escrutinio público por sus presuntos vínculos con Hamás y el grupo terrorista Jihad Islámica Palestina después de que Israel alegara que alrededor de 1.200 de sus empleados tienen algún vínculo con terroristas.
La UNRWA también fue nombrada en una demanda federal presentada en Manhattan en enero, alegando que el grupo “ayudó e instigó” el ataque terrorista del 7 de octubre al enviar 1.000 millones de dólares a Hamás destinados a ayudar a los habitantes de Gaza, pero que en cambio se utilizaron para contrabandear armas y explosivos.
Las acusaciones que enfrenta la agencia han sacudido desde entonces la confianza del mundo en su capacidad para proporcionar ayuda a los casi 2 millones de refugiados palestinos atrapados en medio de la guerra entre Israel y Hamás.