Internet reacciona cuando Kim Jong Un prohíbe los hot dogs en Corea del Norte en medio de presiones contra la influencia occidental
Según se informa, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se ha pronunciado en contra de los hot dogs, prohibiendo la comida popular en un esfuerzo por frenar la influencia cultural occidental en la aislada nación. Este último movimiento, informado por el solmarca una continuación de la estricta campaña del régimen para eliminar rastros de cultura capitalista entre sus ciudadanos.
Según fuentes, Kim Jong Un ha considerado el consumo y la venta de hot dogs como un acto de traición. Los norcoreanos sorprendidos cocinando o vendiendo la comida corren el riesgo de sufrir duras penas, incluido el tiempo en uno de los famosos campos de trabajo del país. La represión también se extiende a buda-jjigaeo “guiso de base militar”, un plato de fusión con orígenes estadounidenses que ha ganado fuerza tanto en Corea del Sur como en Corea del Norte.
Buda-jjigae tiene una historia interesante, que se originó durante la Guerra de Corea en la década de 1950, cuando los lugareños utilizaron provisiones sobrantes de las bases del ejército estadounidense, como spam y hot dogs, para crear guisos abundantes. Este estofado picante se convirtió en un símbolo de ingenio y fusión cultural en Corea del Sur. Finalmente cruzó la frontera hacia Corea del Norte alrededor de 2017, pero parece que el régimen ahora ve su popularidad como una amenaza cultural.
Un vendedor de la provincia de Ryanggang compartió con el sol esa venta buda-jjigae se ha vuelto imposible debido a las restricciones gubernamentales. “La policía y la dirección del mercado han dicho que cualquiera que sea sorprendido vendiéndolo será cerrado”. reveló el vendedor.
Esta no es la única política controvertida que aparece en los titulares en Corea del Norte. Según se informa, los divorciados también enfrentan severos castigos, y las mujeres a menudo reciben sentencias en campos de trabajo más duras que los hombres por separaciones legales consideradas “antisocialistas”.
En las redes sociales, la noticia de la prohibición de los hot dogs ha provocado una ola de reacciones humorísticas y críticas. Un usuario bromeó, “¡Engordar sin hot dogs es un logro legendario!” Otro bromeó “Los prohibió para poder tenerlos todos”.
Otros encontraron un lado positivo, y un comentarista señaló: “Vivirán más sin hot dogs” mientras que otro desestimó la prohibición por considerarla insignificante y dijo: “De todos modos, no es lo más saludable para comer”.
La prohibición de los hot dogs y otros platos de fusión como tteokbokki es parte de un esfuerzo más amplio del régimen para suprimir las influencias extranjeras y mantener el control sobre la identidad cultural de Corea del Norte. Mientras tanto, informes de organizaciones como Radio Free Asia indican que dichas políticas están poniendo a prueba aún más las vidas de los ciudadanos comunes, y que controles más estrictos sobre la alimentación, la familia y las libertades personales se están convirtiendo en la norma.
Mientras la comunidad internacional sigue observando los acontecimientos en Corea del Norte, muchos se preguntan hasta dónde llegará el régimen de Kim Jong Un para hacer cumplir su visión de un Estado culturalmente aislado. Por ahora, los hot dogs y la cocina fusión son sólo las últimas víctimas de una larga batalla contra la occidentalización.