El Ayuntamiento de la Costa del Sol toma medidas contra el problema de la orina en el mar
¿Está planeando una escapada bajo el sol a la impresionante Costa del Sol de España?
Bueno, aguanten bien los caballos (y las vejigas) porque el popular destino vacacional está introduciendo algunas reglas nuevas.
A finales de mayo, el Ayuntamiento de Marbella anunció una serie de medidas encaminadas a mejorar la calidad de sus reconocidas playas.
La propuesta que más llamó la atención fue una multa de 750 euros (809,75 dólares estadounidenses) para quienes realicen “evacuaciones fisiológicas” (tanto deposiciones como micciones) en la playa o en el mar.
Los reincidentes se enfrentan a consecuencias aún más duras, con multas de hasta 1.500 euros (1.619,50 dólares estadounidenses) si son sorprendidos haciendo sus necesidades más de una vez al año.
El reglamento, redactado de forma ambigua, se convirtió rápidamente en fuente de confusión, burla y especulación generalizada en los medios de comunicación.
El guardián El Ayuntamiento de la localidad informó que un portavoz del Ayuntamiento aclaró que la multa sólo se aplica a quienes sean sorprendidos en la playa, no en el agua, y afirmó que “la ordenanza no impone una sanción por orinar en el mar. No será aplicable. La ordenanza regula las posibles infracciones antisociales en la playa, al igual que se regulan estos actos en cualquier espacio público como las calles de la ciudad”.
La normativa propuesta prohibiría orinar en la playa o en el agua desde la orilla, lo que significa que quienes ya estén en el océano estarán a salvo de multas.
Además de orinar, las normas propuestas también apuntan a otros comportamientos considerados “antisociales”, como poner música a todo volumen, participar en juegos de pelota disruptivos y reservar zonas con sombrillas.
Si bien los fumadores y vapeadores aún pueden disfrutar de sus hábitos en la playa, quienes tiren basura enfrentarán multas por desechar colillas de cigarrillos o restos de comida.
Además, a los perros se les prohibirá nadar en el mar y deberán permanecer en playas designadas para perros.
El Ayuntamiento ha aprobado esta nueva iniciativa que podría suponer multas de hasta 750 euros (809,75 dólares estadounidenses) a los bañistas en 25 playas dentro de los límites de la ciudad.
Esta medida, aprobada el pasado 21 de junio, pretende abordar el impacto ambiental provocado por la afluencia de turistas durante la temporada alta.