Buceadores de Baltictech encuentran botellas de champán de 175 años en un naufragio frente a la costa sueca
Sin pago no hay ganancia.
Un equipo de buzos polacos descubrió los restos de un velero del siglo XIX con cientos de botellas de champán aún selladas que casi rivalizan con las más antiguas del mundo.
Los buzos del grupo privado Baltictech, que busca naufragios en el fondo del mar Báltico, casi pierden el tesoro de champán.
Regresaban de otra inmersión el 11 de julio y casi descartaron lo que parecía ser un barco pesquero hundido a 190 pies debajo de la superficie frente a la costa sueca. Dijeron en un comunicado.
Dos buzos decididos decidieron echar un vistazo rápido al naufragio, pero desaparecieron durante casi dos horas, lo que llevó al equipo a creer que encontraron “algo muy interesante en el fondo”.
El naufragio estaba lleno “hasta el borde” de artículos de lujo, incluidas 100 botellas de champán, porcelana y agua mineral, esta última de la que se creía que tenía propiedades medicinales y solo estaba disponible para la realeza.
La marca de agua mineral, Selters, estaba impresa en las botellas de gres y, sorprendentemente, todavía existe hoy en día.
La marca del champán aún está por determinar, pero la letra R se puede ver en un corcho.
“Llevo 40 años buceando y a menudo ocurre que encontramos una botella o dos en un naufragio, pero descubrir tanto cargamento es una novedad para mí”, dijo Tomasz Stachura, el líder del equipo. dijo a The Associated Press esta semana.
Creen que los preciosos objetos podrían haber estado en camino a la mesa real en Estocolmo o a la residencia del zar ruso en San Petersburgo cuando el barco se hundió en algún momento de la segunda mitad del siglo XIX, según dijo el líder del equipo, Stachura.
Basándose en la forma del sello que aparece en las cajas de envío, los historiadores creen que el champán se produjo entre 1850 y 1867.
Eso lo haría apenas unos años más joven que la botella de champán más antigua que existe, la Perrier-Jouet's 1825 Vintage.
Todavía está por verse si el champán recién descubierto merece un brindis, pero Stachura confía en que el tesoro está en buenas condiciones.
“A esta profundidad los restos están perfectamente conservados, la temperatura es constante, no hay corrientes y está oscuro”, explicó Stachura.
“Eso preserva los restos de una manera maravillosa”.