Kelly Ripa cree que puede hacer metanfetamina después de ver 'Breaking Bad'
Kelly Ripa está inventando una razón cuestionable para adquirir bienes raíces.
La presentadora de “Live with Kelly and Mark” recientemente bromeó diciendo que después de ver cierto programa exitoso de AMC, sintió que podía seguir los pasos de Walter White.
Después de que su esposo y coanfitrión, Mark Consuelos, rechazara la idea de comprar la casa en Nuevo México, donde se filmó “Breaking Bad” del actor Bryan Cranston, Ripa, de 54 años, contó un grato recuerdo de haber visto la serie que se emitió en 2008. a 2013.
“¿Recuerdas, Gelman, cuando dije: '¡Creo que puedo producir metanfetamina!' ¿Porque he visto 'Breaking Bad'?”, le preguntó Ripa a su productor Michael Gelman en el episodio del martes.
“Soy como un chef. Me gusta ver programas de cocina, programas de repostería, en realidad, soy más panadera, que es ciencia, y aparentemente también lo es hacer metanfetamina”, continuó la actriz. “Entonces me convencí de que yo también podía fabricar metanfetamina”.
Consuelos, de 53 años, intervino para ayudar en la divertida explicación de su esposa.
“También crees que puedes patinar cuando ves los Juegos Olímpicos”, bromeó Consuelos, a lo que Ripa respondió compartiendo su extensa rutina para ver los Juegos Olímpicos de Invierno.
“Tengo el síndrome del culo. Sí. Lo tengo. Si veo algo en la televisión, pienso: 'Puedo hacer eso totalmente', y cada Juegos Olímpicos de Invierno muevo todos los muebles de la sala de estar. Yo sí”, admitió Ripa. “Muevo los muebles, me pongo los calcetines y digo: 'Voy a participar en las Olimpíadas de salón', mira mi triple salchow. ¿Adivina qué? ¡Puedo aterrizarlo! Lo siento, no odies al jugador, odia el juego”.
“Breaking Bad” siguió a Walter White, interpretado por Cranston, un profesor de química con cáncer terminal que recurre a cocinar metanfetamina con un ex alumno para ganar dinero para su familia.
Y ahora, la casa real del personaje ficticio en Nuevo México está a la venta por 3,9 millones de dólares. Además de ser un lugar de la historia de Hollywood, la casa de 1,910 pies cuadrados cuenta con tres dormitorios, dos baños, comedor, sala de estar, cocina y garaje para dos autos.
El patio trasero también cuenta con una gran piscina con trampolín.
A pesar de que el programa salió del aire hace más de una década, los fanáticos continúan visitando la casa, lo que finalmente se volvió demasiado para su actual propietaria, Joanne Quintana.
Quintana habló recientemente con KOB-TV y admitió que al principio no le importaban las visitas de los fanáticos, pero luego de la muerte de sus padres, ella y sus hermanos decidieron que era hora de vender la casa.
“Esta fue nuestra casa familiar desde 1973, casi 52 años. Entonces, nos iremos solo con nuestros recuerdos. Es hora de seguir adelante. Hemos terminado. Ya no hay razón para pelear”, dijo a la estación de televisión de Albuquerque.
Quintana reveló que su familia se había vuelto más cercana al elenco y al equipo durante el rodaje del drama y compartió algunos momentos detrás de escena, incluido el hecho de que su madre Fran siempre horneaba galletas para todos en el set.
“Lo gracioso fue que Bryan Cranston no podía comer ni una galleta. Como tenía cáncer en el programa, entonces estaba perdiendo peso”, recordó Quintana. “Entonces él pasaba, pero todos –todos los directores, todos los escritores– se comían las galletas. El último día de rodaje, toma una fotografía sosteniendo los biscotti de mi mamá porque finalmente pudo comerse sus galletas”.
Incluso disfrutó viendo al segundo protagonista del programa, Aaron Paul, quien interpretó al cocinero y traficante de metanfetamina, Jesse Pinkman, meterse en el personaje.
“Aaron Paul tuvo que gruñir y enojarse para interpretar su personaje de Jesse. Eso fue asombroso. Y la magia de Hollywood, nadie podrá experimentar lo que nosotros hicimos”.