Selección española: Álex Baena, un jugador como la copa de un pino

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Bajo un impresionante manto de agua, la selección española regaló a Córdoba la fiesta que se merecía una ciudad que respira fútbol aunque lleve tiempo alejada de la élite. España pasó por encima de Serbia, se clasificó para los cuartos de la Liga de las Naciones y volvió a gritar que tiene jugadores de un talento enorme por mucho que le faltaran siete titulares de la Euro. De Raya a Oyarzabal, la selección firmó un señor partido. Otro mensaje, esta vez sin extremos. Porque España juega mucho de muchas formas.

¡A la escuadra!

Si quitamos el gol de miranda a Lituania en junio de 2021, en el partido fantasma de Leganés, la selección española no marcaba un gol de falta desde septiembre de 2017: silvaen Liechtenstein. En Córdoba se detuvo esa cuenta. Baena, un jugador tremendo para el presente y futuro de España, lanzó una parábola perfecta a la escuadra izquierda de Serbia. Era el broche a un partido en el que el centrocampista del Villarreal demostró todo lo que puede sumar a la selección.

Gol a toda velocidad

Dijo De la Fuente antes del partido que habría que picar piedra y madurar mucho el trabajo. Pero España marcó cuando aún había gente entrando al campo. A los cuatro minutos, Laporte abrió el marcador con el que es el segundo gol más veloz de la era De la Fuente. El primero fue el de Jeremy Pino a Italia en la semifinal de la Liga de las Naciones, a los tres minutos.

Manto de agua

El agua en Andalucía es una bendición, menos en la sierra de Grazalemaque es lo normal. Cuando llega no se le puede poner mala cara. Pero los cordobeses dirán que eso de la ley de Murphy es real. La selección pisaba su ciudad por segunda vez, la primera fue en 2001, y el cielo se abrió como pocas veces lo hace en la ciudad de los califas. Un manto de agua acompañó el partido. Y se hizo diluvio poco después del 1-0. Lo bueno es que la selección hizo que ese aguacero también cayera sobre los serbios en el campo en forma de juego.

¡Qué mediocentero!

España ha perdido a Rodri, que son palabras mayores. Pero ha lanzado a un jugador que lleva bajo el brazo una enciclopedia de jugar al fútbol. Lo de Martín Zubimendi también son palabras mayores. El jugador de la Real impartió en El Arcángel otra lección de cómo se maneja un partido en las dos partes del campo.

Morata, de ovación en ovación

Ocurrió en Murcia y se repitió en Córdoba. A los 40 minutos, Rajkovic sacó un cabezazo del capitán español por los pelos. La reacción de la grada fue volcarse de manera absoluta con el 7. El “Morata, Morata” atronó tanto que Álvaro agradeció el calor recibido. Algo ha cambiado. Es lo que tiene ser el capitán de los campeones de Europa. Ni el penalti horrible que lanzó cambió el viento con el 7. No podía quedar esa imagen entre Morata y la grada. Y los 65 minutos lanzó un zurdazo a la red que hizo enloquecer a la grada. Ya son 37 con España, a uno de Torres y entrar en el podio de goleadores.

Pedro Porro cambia de cara

No había tenido nada de suerte el lateral del Tottenham con la selección, pero de esta ventana se van con dos victorias. Hasta el gol de Zubimendi en Murcia nunca había ido ganando con España. Más allá de eso, las sensaciones que ha dejado en los dos partidos han sido buenas. La baja de Carvajal es tremenda, pero España ya sabe que tiene un lateral que suma a la causa. La calma que necesitaba la ha conquistado en estos dos partidos.

Navas y la familia

Suerte, la que tiene De la Fuente con el grupo, con el vestuario. No es suerte la palabra adecuada, porque el seleccionador construido un equipo que es una familia. La visita de Navas y el tributo que se le rindió desde dentro es un ejemplo más de lo que se vive dentro de esta selección. Como lo fue en Las Rozas la de Le Normand, Rodri y Carvajal. Detalles que hacen de un equipo un campeón.


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