Real Madrid: La cara de Ancelotti lo dice todo: el Madrid gana, pero algo no funciona

0 0

El Madrid se acuesta con los mismos puntos que el Barça, pero inmerso en un mar de dudas. No hay más que echar un ojo a la cara de Ancelotti para darse cuenta de que algo no va bien en el equipo blanco, que no controla los partidos y que los está sacando con muchísima dificultad. El italiano se inventó un sistema con Tchouaméni que no entendió ni el propio jugador y al final tuvo que recurrir a su solución más antigua, la de un Luka Modric que ganó el partido con una genial asistencia a Vinícius. Eso sí, la semana que viene ante Borussia y Barça necesitará más que al croata si no quiere tener problemas.

Modric, imprescindible a los 39 años y 41 días

El croata ganó el partido con una genial asistencia a Vinicius y demostró que es un futbolista fundamental para el Real Madrid. ¡Menos mal que le renovaron! Porque el equipo blanco no está mostrando más fútbol en este inicio de temporada que el que es capaz de generar Luka, que entró en la historia del Real Madrid en Balaídos siendo el jugador más veterano en lucir la camiseta del Madrid. Superó un récord de Puskas que databa de noviembre de 1965. El más viejo, aunque parece un chaval, ya es Luka, que puede poner el listón a mediados de julio casi en los 40. Eso si no renueva un año más, porque por fútbol lo merece y el Madrid, además, lo necesita.

Mbappé, rumbo a los 40 ó 50

Mbappé calcó en Balaídos el gol que esta semana ha marcado en Valdebebas y que ha subido a sus redes sociales. No le deben seguir los jugadores del Celta, porque le dejaron dos metros y levantar la cabeza tras la recuperación de Camavinga en la salida del balón. Y claro, Kylian la puso en la escuadra. El mejor gol como madridista de Mbappé, que poco a poco se va entonando, aunque tiene mucho margen de mejora. El francés suma ocho goles esta temporada sin despeinarse y con este promedio de 0,6 tantos por partido es fácil que llegue a los 40 ó 50 goles este curso.

Bellingham echa de menos los goles

Bellingham aporta fútbol al Real Madrid en cualquier parte del campo, incluso en la derecha, pero el inglés echa de menos los goles. El año pasado ya llevaba diez a estas alturas y este curso sigue sin estrenarse. Y aunque su misión principal no es la marcar goles, poco a poco se empieza a desesperar. El mejor ejemplo lo encontramos en el minuto 32, con el enfado que se cogió con Vinicius cuando el brasileño prefirió jugársela solo en vez de mirar a la derecha para darle una asistencia.

Bellingham sigue regalando al Madrid un derroche de energía espectacular, pero no está brillando como el año pasado. Pisa menos el área que hace un año y tampoco le están encontrando como entonces. Y aunque sigue siendo un jugador vital, él quiere más. Quiere goles. Estuvo a punto de encontrarlo en un jugadón individual nada más empezar la segunda parte, pero su disparo final se fue cruzado. Ancelotti, consciente de que necesita confianza, salió del banquillo para aplaudirle con los brazos abiertos.

Movimiento extraño en la salida del balón… y Rodrygo se queda fuera del once ideal

Ancelotti sigue dándole vueltas al equipo en busca de su mejor versión, aunque a veces las pruebas puedan resultar extrañas y peligrosas. A los jugadores del Madrid les costó entender 25 minutos cómo se debía posicionar Tchouaméni en la salida del balón y en defensa. Carlo quería que el francés se incrustara entre los centrales para empezar la jugada, pero defender con 4-4-2. No lo entendían bien los jugadores del Madrid, que firmaron un desajuste defensivo tras otro en los primeros minutos de partido. Menos mal que está Courtois, que no se desajusta nunca.

Otro apunte que deja la alineación del Madrid es la suplencia de Rodrygo. Carlo se inclina hacia el 4-4-2 y el brasileño es el gran damnificado del once.

Otro paradón de Courtois para empezar ganando el partido

El Madrid se adelantó en el marcador con un golazo de Mbappé, pero empezó a ganar el partido donde casi siempre, en su propia aérea. Courtois es un seguro de vida y firmó una parada milagrosa nada más empezar el partido, en un mano a mano con Williot que resolvió con el pie izquierdo. No hay portero más determinante en el mundo que el del Real Madrid.

Thibaut no pudo hacer nada en el gol del empate, pero fue un seguro de vida en la segunda mitad con su seguridad en el juego aéreo.


Fuente

Deja un comentario