Lo de Melero López es para protestar

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En la reunión semanal de los árbitros se revisarán las acciones del fin de semana. Habrá tirones de orejas y felicitaciones, claro. Por lo bien que lo hemos hecho. Hay pocas dudas de que Melero López estará entre los distinguidos, por su extraordinario manejo de partido en Mendizorroza al resolver las protestas de Kike García con dos tarjetas amarillas en cinco segundos. Cinco.

El delantero del Alavés debió mentar a la madre y toda la parentela del colegiado, fijo. Porqumi una expulsión requiere de una acción grave y proporcionada. Pero no. El acta refleja que ambas cartulinas son “por hacer observaciones a una decisión arbitral mostrando disconformidad”. Una redacción muy similar a la empleada por Cordero Vega antes del parón para explicar las dos tarjetas a Iago Aspas: “Por protestar de forma ostensible, una decisión mía”. Entre ambas, aquella vez, transcurrió un minuto.

Kike García no estará en la próxima jornada, como Iago Aspas no estuvo en Balaídos, con los resultados ya conocidos. Eso que pierden los aficionados. Mientras, Melero y Cordero recibieron y recibirán una efusiva enhorabuena de sus jefes. Así se hace. Es la única manera de que aprendan. Lo cual estaría muy bien si lo hicieran exactamente igual en caso de expulsar por protestas reiteradas en cinco segundos (o un minuto, tanto da) a un jugador del Barça en MontjuÏc, uno del Atlético en el Metropolitano o uno del Madrid en el Bernabéu. ¿Lo han hecho? No. Ni lo harán. Porque saben la trascendencia del hecho. Porque, desgraciadamente, no es lo mismo juzgar al rico que al modesto. Porque así es el fútbol, la política y la vida. Cierto que hay que acabar con las protestas, con los corrillos, con los engaños. Pero están apagando el incendio con lanzallamas.

SEMANA 89. CASO NEGREIRA. Dimisiones, 0; ceses, 0. Dijo Laporta en la Asamblea que quisieron condenarles antes de ser juzgados. Que los pagos a Negreira se aumentaron por informes arbitrales de Mundiales y Europeos, como si el Barça fuera una selección. Y que, por supuesto, no se ha probado que esos dineros fueran destinados a comprar a árbitros. No se entera usted, caballero. Pagaron al vicepresidente de los árbitros, da igual para qué, y eso es una vergüenza absoluta.Para usted y el resto de directivos que lo hicieron. Mancharon a la institución que dicen representar. Es así. Aquí y en la República del Congo.

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