Laporta, el optimista | Marca
Laporta debe ser el tío más optimista del mundo. He hecho una pequeña búsqueda en Google y el presidente del Barça era optismista con mantener a Messi, con el fichaje de Haaland (os lo juro), con volver al Camp Nou el año pasado y, en noticias más recientes, con inscribir a Dani Olmo. Pero es que era optimista con tener el OK de LaLiga hasta después de que LaLiga le dijera que no. Ojalá tener esa confianza.
El caso es que el optimismo de
O sí, porque claro… resulta que hasta ahora se habían fiado de él. Uno de los argumentos que se esgrimían en las últimas horas de 2024 para justificar el “no” de LaLiga es que esta vez se exigían garantías de pago (de esos palcos vip que ni siquiera están construidos) porque en el pasado hubo operaciones similares en las que el dinero prometido nunca apareció. Entonces hay que preguntarse a cuántas inscripciones se ha dado el OK en el pasado con un pantallazo de WhatsApp de Laporta. Con un acuerdo que nunca se formalizó. Con un dinero que nunca se ingresó. Y cuántos jugadores le han permitido al Barça fichar e inscribir en estas temporadas sin tener que haberlo hecho.
Laporta no va a cambiar nunca, los que tienen que cambiar son los demás en su relación con él. Las instituciones, dejando de fiarse. Sus socios, empezando a exigirle verdades y no promesas. Y los periodistas, no difundiendo los actos de fe del presidente como si sus ataques de optimismo tuvieran visos de realidad. Lo de Dani Olmo es una falta de respeto al jugador, que ha demostrado paciencia, confianza y barcelonismo. Pero que no debe aguantar muchas más mentiras y falsas promesas. La víctima es él, aunque Laporta quiera serlo también.