Fede Redondo: “Veo a mi padre con ganas de ser entrenador”
Federico Redondo (Madrid, 2003) recibe a MARCA en el palco de David Beckham en el Chase Stadium de Miami. Es educado, elegante y mediocentro. Un reflejo de lo que fue su padre, salvando las lógicas diferencias. Fede tiene 21 años.
Pregunta. Llega (esta noche) un partido decisivo de ‘playoffs’. Es un ganar (y seguir) o morir.
Respuesta. Nos hemos esforzado todo el año para ser primeros en la Liga regular, ganar la ‘Supporters Shield’ y poder llegar a estas definiciones siendo locales, como seremos ante el Atlanta United.
P. ¿Cómo se define en la posición de mediocentro?
R. Intento asegurarle la posesión al equipo y darle equilibrio, tanto en defensa como en ataque, intentando ser la unión con los delanteros.
P. (…) Que, en su caso, son muy buenos: Messi, Suárez…
R. Sí, basta con hacerles llegar la pelota. Ni siquiera es necesario que sea en condiciones ideales. Ellos se la buscan luego. Saben decidir bien, pero, de ellos, también destaco sus ganas, su hambre, pese a haberlo ganado todo. Son ‘animales competitivos’ en cada partido, en cada entreno. Y eso contagia al grupo.
P. ¿Qué le dice Leo en el aspecto táctico?
R. Messi es un jugador perfecto en lo táctico: sabe dónde situarse, dónde recibir para ayudar al equipo y dañar al contrario. Con nosotros, se mueve mucho entre la zona de creación y la de definición. Si el equipo no crea, él baja y nos da claridad. Y luego, en el gol…
P. ¿Y de Busquets qué ha aprendido en el puesto?
R. Me fijo siempre en él, en cómo decide lo mejor en cada momento. Es un crack en saber posicionarse, dar el pase, en dónde recibir la pelota…
P. Su padre, Fernando, siempre fue muy perfeccionista. ¿Heredó eso?
R. Yo diría que soy autoexigente. Con mi padre, tras los partidos, los repasamos juntos para corregir cosas: qué hice bien y qué hice mal. Esa exigencia me la transmitió él, sin duda.
P. Es curioso. Su padre nunca se dedicó a los banquillos. ¿No lo ve en ese rol?
R. Tiene el curso de entrenador hecho y creo que está esperando la oportunidad justa. Está abierto a eso y lo veo con ganas.
P. Desde que se retiró en 2004, él ha tenido muy poca exposicióin pública. No da entrevistas, no va a actos, no trabaja en ninguna tele…
R. Es una persona muy discreta. El fútbol tiene mucha exposición y él prefiere estar más con nosotros en casa, y poder disfrutar lo que no tuvo cuando jugaba: tiempo con sus hijos. Pero, ahora, ya somos mayores y no tengo dudas de que va a ser entrenador, y creo que puede aportar mucho. Tiene muchas ganas de hacerlo, ama el fútbol, tiene mucho conocimiento y entiende la profesión. Si se anima, lo hará bien.
P. ¿Qué tipo de fútbol gusta en casa?
R. No tenemos una única forma de ver el fútbol. Hay diversas formas de jugar bien. Depende de lo que te pida el partido. El juego evolucionó mucho y cada partido te exige una cosa. Hay que ser flexibles y así pensamos en casa.
P. Su padre se protegía mucho con los brazos. ¿Cree que ahora, con el VAR, le hubieran penalizado más por eso?
R. Él usaba los brazos, no tanto los codos, y eso se sigue haciendo. Pero es verdad que hoy el rival exagera mucho en cuanto le tocas de cuello para arriba. Se finge mucho y eso condiciona. En ese sentido, yo miré todos los vídeos de mi padre y quieras o no, adopté algo de su juego. Y sí, me enseñó a usar los brazos porque los dos somos jugadores muy altos y nos condiciona eso, aunque también nos da ventaja para nuestro juego.
P. ¿Cree que su apellido, hasta ahora, le ha perjudicado más que beneficiado en su carrera?
R. Ninguna de las dos. El apellido lo llevo con orgullo. Siempre admiré mucho a mi padre como jugador y como persona.
P. Usted nació en Madrid. ¿Se considera un ‘europibe’ (así llaman en Argentina a los jugadores nacidos en Europa, pero que juegan con la Albicleste) más como Garnacho (United) o Nico Paz (Como, Real Madrid)?
R. Nunca tuve dudas de representar a Argentina. Nací en España y le tengo un cariño enorme al país pero me vine muy pronto a Argentina (con cinco años) y mamo la cultura argentina. A España vamos de vacaciones, y, por la calle, en Madrid hasta le tienen más amor a mi padre que en la propia Argentina. El hincha del Real Madrid lo idolatra por lo que hizo allí.