El Olympiacos masacra a un Barça desastroso
El Barça llegó al Pireo como líder de la Euroliga tras ganar a principios de semana en Estambul ante el Efes, algo que los catalanes no pudieron repetir esta vez ante Olympiacos en el peor partido de la temporada donde sucumbieron ante la presión del Estadio de la Paz y la Amistad.
Y es que el equipo heleno sacó las costuras de un Barça que en partidos de máxima presión aún no dio la sensación de poder competir. El equipo catalán gastó toda la pólvora de la semana en el primer partido y los de Bartzokas se aprovecharon de ello para acabar llevándose el encuentro por 95-74 liderados por Fournier, Vezenkov y McKissic.
Nerviosismo e imprecisiones
Empezó muy bien el Barça, metido en el encuentro tanto en el aspecto ofensivo como defensivo en unos primeros minutos donde el acierto desde la media distancia resultó ser clave para los catalanes, que se colocaron con una ligera ventaja tras haberse disputado apenas tres minutos con unos destacados Kevin Punter y Jabari Parker (4-8).
A partir de entonces, un par de desconexiones del Barça hicieron que Olympiacos igualara el marcador (13-13) antes de dar pie a unos minutos de auténtica locura y precipitación en ataque de los de Peñarroya, que tras varias pérdidas consecutivas, encajó un parcial de 8-0 para acabar el primer cuarto con cuatro puntos de desventaja (21-17).
Caos en la pista
El inicio del segundo envite no fue el que el Barça deseabaen el que siguió tomando decisiones precipitadas en ataque y se vio superado por un McKissic imparable que, en un par de acciones situó nueve puntos en su casillero personal ampliando un parcial de 11-0 de los griegos que se rompió gracias a dos puntos de Darío Brizuela (25-19).
Y es que el exterior americano del Olympiacos campó como quería por la zona mostrando un poderío físico que hizo que el Pabellón de la Paz y la Amistad corease su nombre al unísono, mientras que el Barca, en un falso amago de despertar en el partido, vio como la diferencia se iba por encima de los 10 puntos (37-26) antes de reducir el déficit al descanso (44-36).
Atasco en ataque
La vuelta de los vestuarios fue aún más caótica que el final del primer tiempo. Prueba de ello fue el hecho de que, hasta transcurridos los tres primeros minutos del cuarto, ninguno de los dos equipos anotó, abriendo la lata un Evan Fournier que anotó los cinco primeros puntos de un Olympiakos que abrió hueco en el marcador (53-42).
Cuando más necesitaba reaccionar el Barcelona fue cuando más se hundió. En ataque las cosas no salían y seguían fallando tiros claros que no les permitían reengancharse a un partido en el que, al igual que hiciera McKissic en la primera parte, Olympiakos siguió dinamitando el encuentro de la mano de un Vezenkov que se convirtió en el más valorado antes de los últimos 10 minutos de partido (65-50).
Cuanto antes termine, mejor
El último cuarto no hizo sino agravar aún más la crisis de un Barça incapaz en ataque y superado en defensaque vio como los de Bartzokas ampliaron la diferencia hasta los 20 puntos (70-50) antes de que tras un tiempo muerto de los catalanes, se redujera la ventaja al tanteo con el que empezaron el cuarto, siendo esta de +15 para los griegos.
Sin embargo, todo quedó en agua de borrajas para un equipo que se mostró totalmente inofensivo en ambos lados de la cancha, donde Olympiacos fue una apisonadora gracias a un Fournier que vio el aro como una piscina y acabó anotando 15 puntos para devolver al Barça a la realidad.