El laberinto de Vinicius y su futuro en el Real Madrid
Vinicius Junior ha sido el gran protagonista deportivo de una semana marcada por la tragedia vivida especialmente en la provincia de Valencia. El brasileño cerró la pasada semana acusando dos duros golpes. La derrota ante el Barcelona, primero, y no ganar el Balón de Oro, después, tocaron la moral del delantero, que prometió no rendirse e insistir una y otra vez hasta lograr los objetivos. Así lo hizo público en redes sociales, único lugar donde se ha pronunciado desde lo sucedido con fútbol francia y un galardón que ahora también da la UEFA. Desde ese momento, se ha empezado a especular otra vez sobre todas las circunstancias posibles al respecto del futuro de un Vinicius que ahora mismo se encuentra en un laberinto de complicada salida. No ganar el Balón de Oro sentó tan mal al futbolista como a los dirigentes del Real Madrid.
La realidad dice que su contrato con el Real Madrid termina en 2027, con una cláusula de salida de 1.000 millones de euros, cifra tan disuasoria como simbólica. Su rendimiento en el terreno de juego no deja lugar a duda alguna. Ahora mismo es el principal activo deportivo del club por encima de cualquier otro jugador, pero la filosofía de la entidad no ha variado lo más mínimo y en el Real Madrid está el que quiere estar y en las condiciones que marca el club. Vinicius y cualquiera. Anceloti le ha ayudado a superar el mal trago y mucho en los últimos días. Uno y otro se entienden a la perfección.
Dudas más que razonables
Entre los dirigentes madridistas ha sorprendido una charla reciente con alguien de mucho peso dentro de la entidad en la que el brasileño ponía en la balanza lo deportivo y lo económico. El encuentro tuvo lugar antes de todo lo sucedido con el Balón de Oropremio que el brasileño ponía como límite en lo deportivo en el aspecto individual. Lo cierto es que el Real Madrid colma toda su ambición deportiva, pero el excesivo ruido de alrededor pasa factura en todos. Ahora hay que ver cómo piensa una vez que el Balón de Oro se ha marchado a Mánchester con Rodri como protagonista y no al salón de su casa.
El Real Madrid ha dejado de creer en el premio. Ha roto por completo con la organización, especialmente con France Football. Con UEFA no existía contacto alguno más allá del de organizar partidos y así seguirá. Ahora falta saber si el estímulo de lograrlo es un aliciente más que suficiente para no pensar en soluciones alternativas. PSG o Chelsea son dos de los que apuestan por su fichaje, pero es Arabia Saudí y su gran cantidad de dinero lo que puede decantar la balanza en un terreno al que no pueden llegar el resto de equipos comparados con el Real Madrid.
Dinero y más dinero
Ninguno de los equipos europeos tienen los alicientes deportivos que encierra el Real Madrid, como también es cierto que ninguno de ellos puede acercarse a lo que ofrece el emergente estado saudíque ha aparecido en el horizonte del deporte para llevarse todo. MARCA ya contó hace algunas semanas como el Al Hilal es el equipo que en estos momentos está más interesado, pero siempre mirando hacia un poco más adelante. Neymar por ahora no ha funcionado y buscan una nueva referencia mundial, una vez que Leo Messi parece asentado en Miami. En el verano de 2025 se dejarán ver De Bruyne o Equivocado como máximas referencias, aunque no se descartan más movimientos.
Tanto en el club como el propio futbolista ven el triunfo del brasileño como algo situado en lo utópico. El Real Madrid ha dejado de creer en ello y Vinicius no sabe qué más puede hacer a lo hecho durante el pasado ejercicio. En Valdebebas no quieren saber nada de esa unión aparecida en el último año entre France Football y la UEFA y que ha traído de la mano una polémica nunca vista en un primero respetado y con una reputada historia. Es más, piensan que el delantero no lo ganará y no porque no sume méritos suficientes.
Cuidados y recompensa
Vinicius, como sucede como la mayoría de los futbolistas del Real Madrid, tienen apartados con aquello de los premios individuales. La realidad dice que no lo ganó, como tampoco lo hicieron Bellingham y Carvajal, por decir los que más cerca estuvieron de lograrlo. En unas semanas hablarán con los agentes del jugador (en Europa estos días como muchas personas relacionadas con Vinicius) y será el momento de analizar el futuro, de saber lo que piensa cada uno y de alcanzar un acuerdo. Al actual contrato le restan dos años y medio. En ese momento el delantero tendría 27 años, con un lustro por lo menos de máximo rendimiento. Todos pondrán las cartas sobre la mesa, pero será el propio Vinícius el que tenga la voz cantante. Mientras eso pasa, el Real Madrid cuidará al brasileño, como también a Bellingham y al resto de la plantilla. Cada uno en su dimensión. Por cierto, el mensaje de ánimo de Benzema en El Chiringuito y el mostrado en su día en MARCA, han llegado y mucho al brasileño.