Carlsen se casa… y con traje y pajarita, no en vaqueros
El misterio ha quedado resuelto y Magnus Carlsen, de 34 años, contrajo casamiento en un día soleado y caluroso para los estándares nórdicos (7 grados centígrados) … ¡de traje y pajarita! La sofisticada y elegante novia, la noruega estadounidense Ella Victoria Malone, de 26, de blanco, como no podía ser de otra manera. Los vaqueros, colgados en el armario de los recuerdos.
El título mundial de partidas relámpago (3 minutos más 2 segundos adicionales por movimiento), compartido con el ruso Ian Nepomniachtchi en Nueva York el pasado día de Nochevieja, fue el mejor anticipo de esta gran celebración en la capilla de Holmenkollen de Oslo de la que quizás podamos ver imágenes próximamente en el documental que prepara netflix sobre el campeón noruego.
La pareja comenzó a mostrarse en público durante el torneo 960 (modalidad en la que se sortea la disposición de las piezas antes de comenzar la partida) de Casa Weissenen la costa alemana del mar Báltico, a mediados de febrero de 2024. Un evento patrocinado por el millonario Jan-Henric Buetner, quien también ha promovido la reciente incorporación de Carlsen al San Pauli de Hamburgo, equipo de la Bundesliga de fútbol que tiene filial de ajedrez, como en su día lo tuvo el real madrid (1933-1975), ganador de cuatro Campeonatos de España por equipos (1957, 1959, 1961 y 1962). A buen seguro que Carlsen, reconocido madridista y de las pocas personas que puede presumir de haber realizado en dos ocasiones el saque de honor en el Santiago Bernabéu, hubiera defendido los colores blancos si la histórica sección continuase hoy en día.
En una entrevista con The Guardian el pasado mes de octubre, el número uno de las listas mundiales declaraba: “Me gustaría sentar cabeza y formar una familia; cuando eso ocurra, no viviré a tiempo completo en Noruega” –Carlsen ha comentado que le gustaría pasar seis meses al año en España donde el clima es más benigno-, porque la popularidad me ha hecho perder libertad. No quiero que mi futura esposa y mis hijos tengan también esa presión”.