Camavinga tiene ansia de fútbol… y de ser centrocampista
El Real Madrid ya tiene Cartagena en su mapa de partidos oficiales. La ciudad departamental queda registrada gracias la Deportiva Mineraun modestísimo equipo de la Segunda RFEF que tuvo un mágico día de Reyes siendo anfitrión del equipo de las 15 Copas de Europa. La diferencia se sabía abismal, pero el Madrid no dio opción alguna a que la Deportiva disfrutase una mínima esperanza de hazaña. Pasada esa etapa, la primera de la Copa, Anceloti y los suyos se marchan a Arabia en busca de la tercera pieza del soñado septete.
El Ancelotti y su Pepito Grillo
carlo anceloti tiene en su hijo Davide un Pepito Grillo que no para de susurrarle que en la cantera blanca hay jugadores en los que apoyarse, más ante la plaga de lesiones graves que sacude al Madrid desde la temporada pasada. Carletto, poco amigo de alterar el ecosistema del primer equipo, se permitió una licencia en Cartagonova. Tres jugadores sin dorsal de la primera plantilla (Asencio, Lorenzo Aguado y Diego Aguado) aparecieron en el once. Hace dos años, en Cáceres, el número de canteranos en el once fue de cero. En Aranda de Duero, hace uno, la idea fue parecida a la de Cartagena con Tobias (no formado en la cantera blanca), Carrillo y Nico Paz. Los tres están hoy lejos del Madrid.
Madridismo en vena
El Madrid no ponía campo en Cartagena, pero como si lo hubiera hecho. La ciudad, la provincia de Murcia y las de alrededor son feudos blancos. De los fuertes. Durante todo el día, la ciudad fue una pasarela de camisetas y bufandas blancas. La lista de convocados de Ancelotti fue una alegría para los aficionados. Como lo fue ver a Luka Modric en el once. La ovación con la que fue recibido el equipo blanco en Cartagena dejaba claro de qué iba la tarde de Reyes. La esperanza en la grada era que en algún momento del partido apareciesen Mbappé, Vinicius o Bellingham. Antes del minuto 50, Ancelotti mandó a calentar a Kylian y al brasileño. Un gol no se hubiera celebrado más. Claro que cuando entraron en a falta de casi una hora…
Por la vía rápida
La presencia de Fede Valverde en el once inicial dejaba una cosa clara: el Real Madrid quería solventar el partido cuanto antes. Nada mejor para eso que meter al jugador con más energía que tiene en la plantilla. Y así lo hizo. Tras dos buenas paradas de Fran Martínez, meta minero, nada más empezar a Güler y Endrick, a los cinco minutos marcó el uruguayo. La poca emoción que podía tener el partido se evaporó. El gol de Camavinga, celebrado con el fisio, certificó el plan. La tarde entraba en el escenario se saber si el Madrid haría sangre o pensaba economizar esfuerzos. La realidad era que ni dejando de querer, el Madrid iba a generar situaciones de gol. Era como un gigante que aunque no quisiese pisar las flores iba a destrozar el jardín.
Las ganas de Camavinga… y el mensaje
Un tipo que ha jugado la final de un Mundial y ya tiene dos Copas de Europa podía haber saltado al verde de Cartagonova a verlas venir, dejar pasar el tiempo y esperar a que por lógica y calidad se impusiera su figura. Pero no, Camavinga salió como un huracán. Está con ganas de jugar al fútbol tras las lesiones. Por eso celebró el gol con Guido Spirandelliuno de los fisios. Y con ganas de jugar en su zona, en el centro del campo y no en el lateral zurdo. Todo lo que hacía el francés era un grito de ganas de jugar, de disfrutar en el campo.
Fran Martínez tiene los ‘highlights’ de su carrera
Desde la primera jugada, los futbolistas de la Deportiva Minera entendieron que su entusiasmo estaba condenado a llevarse una colección de goles. A nadie le gusta vivir un partido así desde dentro, pero según pasen las horas serán conscientes de lo que vivieron, disfrutaron y de lo que dentro de unos años podrán contar. Muchos futbolistas se retiran sin sentir lo que en estos días han disfrutado lo de la Minera, el Barbastro, el Logroñés… Y entre los mineros fue su portero, Fran Martínezel que más motivos dio para ganarse un vídeo con sus mejores acciones. Porque dejó un buen ramillete de paradas para presumir y guardarlas de por vida. El premio a un chaval que estuvo en la cantera del Madrid, pero que chocó con una exigencia que lo atrapó sin que encontrara salida.
La charla con Endrick
Andaba el personal revuelto con la entrada al campo de Mbappé y Vinicius. Entonces, Carlo Ancelotti aprovechó para llamar a endrick. En un partido en el que todo le salía al Madrid a pedir de boca y en el que las ocasione se acumulaban, el joven brasileño era la nota que no afinaba. Por más que lo intentaba, el gol se le negaba. Poco antes de la llamada de su entrenador, había chocado con una de esas paradas que hace que el delantero vea el portero rival un gigante de siete brazos y siete piernas al que no hay manera de batir. Carletto le pidió calma, serenidad. Le hace falta esa mezcla a un chaval que atraviesa la dura etapa de un cambio radical en su vida. No sólo la deportiva. Pero era la noche de Fran y no la de endrick. Otra mano increíble volvió a negar el gol al madridista.