El discurso del Flamengo tras el Balón de Oro: “Si en la leyenda de Excalibur, el rey Arturo desenvaina su espada como nadie…”
Hoy había una gran expectación por el día de la coronación. Pero si no vino de los que votaron por el disputado premio, vino, viene y vendrá de los que saben que eres el mejor. ¡Y es tan fácil saberlo!“, aseguró la cuenta oficial de ‘X’ del flamencoexequipo de Vinicius, tras el desenlace final en la gala del Balón de Oro 2024, donde Rodri se impuso en las votaciones al brasileño (segundo), Bellingham (tercero) y Carvajal (cuarto). “Conquistar Europa y a los aficionados de uno de los clubes más grandes del mundo con picardía, autenticidad y una irresistible sonrisa negra“, reza el delirante comunicado.
Comunicado íntegro del Flamengo
Si en la leyenda de Excalibur, el rey Arturo desenvaina su espada como nadie y demuestra su nobleza, en la leyenda de nuestro rey, otro Arturo se pone la Capa con la misma facilidad y demuestra su majestad a más de 40 millones de súbditos.
Al igual que al desplegar Excalibur, no es cualquiera quien viste la Roja y Negra con la facilidad y sencillez de un heredero al trono. Conquistar Europa y a los aficionados de uno de los clubes más grandes del mundo con picardía, autenticidad y una irresistible sonrisa negra. ¡Qué felicidad!
Desde hace unos años, los millones de súbditos de nuestro Rey Arturo contemplan encantados cómo se ha cortado una de las joyas más preciadas del reino del Flamengo. El joven, criado con lecciones diarias de raza, amor y pasión, no sólo fue un aprendiz, sino también un maestro, incluso antes de alcanzar la mayoría de edad. A quienes tenían los ojos y los oídos abiertos, les daba lecciones de humildad, audacia, ingenio y rubronegrismo… ¡e incluso de cómo bailar! El chico siempre llevó el manto con la ligereza de quien nació y creció acostumbrado a ser un gigante. Puso la cara y bailó en territorio hostil. Se convirtió en una referencia, dentro y fuera del campo, comiéndose el balón y transmitiendo su visión.
Después de brillar en todas las categorías y en todos los equipos juveniles, los mayores aficionados del mundo ya estaban pendientes de él y esperaban mucho de él. Nuestro joven descarado fue paso a paso -y paso a paso- derribando la desconfianza de los más escépticos y la ignorancia de los racistas. El chico, que pasó de la grada al campo sin dejar de ser hincha, pasó de la Ciudad Maravillosa al Viejo Continente sin dejar de ser Flamengo. Se ganó a los casi 50 millones de súbditos del Rey Arturo defendiendo el manto como un rey y amando al Flamengo como uno de nosotros.
Hoy había una gran expectación por el día de la coronación. Pero si no vino de los que votaron por el disputado premio, vino, viene y vendrá de los que saben que eres el mejor. ¡Y es tan fácil saberlo!
De São Gonçalo a Madrid, pasando por Gávea y Vargem Grande, tienes la moral de un cachorro, y no de un siervo. Para todos, menos para unos pocos, eres el mejor, no hay lugar a dudas.
El Clube de Regatas do Flamengo y la Nação Rubro-Negra se sienten inmensamente orgullosos de poder decir que te formaste aquí.
Te queremos mucho, Vini
Y sigue bailando. ¡SIEMPRE!