El partido Vikings-Rams 'Thursday Night Football' termina con una flagrante penalización por falta de mascarilla

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Es comprensible que los Vikings estuvieran descontentos después de que los árbitros terminaron efectivamente el juego para los Rams. (Foto AP/Mark J. Terrill)

El golpe final de Los Angeles Rams en la victoria por 30-20 sobre los Minnesota Vikings el jueves tuvo una decisión fallida bastante obvia.

Con 10 puntos abajo con 1:46 por jugar y sin tiempos muertos, los Vikings tuvieron que viajar 95 yardas y hacer una conversión de dos puntos sólo para enviar el juego a tiempo extra. No llegaron muy lejos, ya que el apoyador de los Rams, Byron Young, venció a dos bloqueadores para capturar a Sam Darnold y anotar un safety.

Sin embargo, quedó bastante claro con solo ver la jugada que Young había derribado a Darnold agarrando y tirando de su mascarilla, lo que debería haberle dado nueva vida a los Vikings con una penalización de 15 yardas.

La repetición adicional solo consolidó lo grave que fue esta llamada perdida. La cabeza de Darnold fue inclinada 90 grados hacia la izquierda mientras lo derribaban:

Desafortunadamente, las sanciones por falta de uso de mascarilla no son revisables.

El penal fue tan obvio que Young se agarró la cabeza después de la jugada como si hubiera cometido un error, en lugar de sellar el juego para Los Ángeles. En cambio, los Rams recibieron dos puntos y el balón, arrodillando el reloj para terminar lo que había sido un raro juego competitivo de “Thursday Night Football”.

Los jugadores y entrenadores de los Vikings estaban visiblemente descontentos cuando se mostró la repetición, y algunos jugadores de la NFL que miraban tampoco estaban emocionados:

Cabe señalar que esta jugada no le costó el juego a los Vikings, solo la oportunidad de volver a convertirlo en un juego. Incluso si se solicitara la mascarilla, Minnesota todavía tendría 80 yardas por recorrer en un minuto y 36 segundos, sin mencionar el intento de dos puntos y el tiempo extra. Hubo muchas más razones por las que los Vikings perdieron, como los cuatro pases de touchdown de Matthew Stafford.

Aún así, es una mala manera de terminar un juego y un argumento para que tal vez las penalizaciones por uso de mascarillas deberían ser revisables. Por otra parte, una jugada aún más dramática en el mismo campo en el SoFi Stadium fue el impulso para hacer que las llamadas de interferencia de pase fueran revisables, y eso terminó siendo tan malo que la NFL lo abandonó después de una temporada.


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