Avon se declara en quiebra ante 200 demandas que vinculan sus productos de talco con el cáncer
Avon, la otrora poderosa empresa de ventas directas gracias a su ejército de vendedoras puerta a puerta, se está declarando en quiebra en medio de una montaña de demandas que alegan que el talco en sus productos causa cáncer.
Avon Products, el holding “no operativo” con sede en EE. UU., busca la protección por bancarrota del Capítulo 11 “para abordar su deuda y sus pasivos heredados del talco”. La compañía informó en un comunicado de prensa.
Avon, que en su día estuvo valuada en alrededor de 21 mil millones de dólares, dejó de vender productos en Estados Unidos en 2016 cuando la empresa matriz se deshizo de su negocio con sede en Norteamérica. La empresa sigue activa en los mercados internacionales.
La marca de belleza utiliza talco, un mineral que se ha relacionado con el cáncer, en polvos faciales y sombras de ojos.
En los últimos años, se han presentado unas 200 demandas contra Avon que acusan a la empresa de vender productos de talco contaminados con amianto, otro carcinógeno.
John Dubel, presidente de Avon Products, dijo que la declaración de quiebra “maximizará el valor de nuestros activos y nos permitirá abordar nuestras obligaciones de manera ordenada”.
“Seguimos centrados en avanzar con nuestra estrategia comercial a nivel internacional, lo que incluye modernizar nuestro modelo de venta directa y reactivar la marca para acelerar el crecimiento”, agregó el director ejecutivo de Avon, Kristof Neirynck, quien asumió el cargo a principios de este año.
En diciembre de 2022, un jurado de Los Ángeles ordenó a Avon pagar más de 50 millones de dólares a una mujer de Arizona que dijo que le diagnosticaron cáncer después de usar productos cosméticos que contenían talco contaminado con asbesto.
El mes pasado, un jurado le otorgó 24,4 millones de dólares a un hombre del área de Chicago que trabajaba como conserje en una planta de fabricación de Avon en Illinois después de que le diagnosticaran mesotelioma.
Estos veredictos siguieron a que el gigante farmacéutico Johnson & Johnson aceptara un acuerdo de 6.500 millones de dólares a principios de este año tras las afirmaciones de que su talco para bebés era responsable de diagnósticos de cáncer de ovario.
La compañía con sede en Nueva Jersey, valorada en 350.000 millones de dólares, también consideró declararse en quiebra para hacer frente a las decenas de miles de demandas presentadas por quienes dicen haber desarrollado enfermedades al utilizar sus productos.
Tanto J&J como Avon han negado las afirmaciones de que sus productos de talco causan cáncer.
La marca ha dicho que “sólo utiliza talco de grado cosmético que ha sido probado para confirmar que no contiene amianto”.