El tiempo que los niños pasan jugando con pantallas debería reducirse a esta cantidad de horas por semana, según un estudio
Menos tiempo frente a la pantalla significa menos mal comportamiento.
En tan solo dos semanas, los padres podrían ver mejoras significativas en la salud mental y el comportamiento de sus hijos al reducir el tiempo de ocio que pasan frente a una pantalla a solo tres horas semanales, según un nuevo estudio. publicado en JAMA Network Open.
En promedio, los niños pasan entre siete y ocho horas al día frente a las pantallas para entretenerse. Sin embargo, cuando los niños redujeron drásticamente el tiempo que pasaban frente a las pantallas, mostraron mejoras significativas en su comportamiento general y en su bienestar emocional.
Investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca analizaron datos recogidos de 89 familias con 181 niños y adolescentes de entre cuatro y 17 años.
A la mitad de las familias se les pidió que limitaran el tiempo de ocio de sus hijos frente a la pantalla a un máximo de tres horas por semana por persona, un cambio importante respecto de la En promedio, la mayoría de los niños pasan entre siete y ocho horas al día.
Quienes lo hicieron descubrieron que sus hijos mejoraron los síntomas de internalización (conductas que a menudo son reacciones ocultas a las emociones y al estrés) y su comportamiento prosocial (aquello destinado a beneficiar a los demás).
Los niños que cambiaron sus hábitos experimentaron una disminución en las dificultades de comportamiento al pasar de la categoría “límite” a la categoría “normal”, según la evaluación estandarizada del Cuestionario de Fortalezas y Dificultades.
Evitar horas de tiempo frente a una pantalla ayudó a los niños a procesar mejor sus emociones y mejorar sus interacciones sociales.
Investigación previa publicado en JAMA Pediatrics Ha demostrado que se debe prohibir a los niños pasar tiempo frente a una pantalla hasta los 3 años, ya que puede provocar retrasos en el desarrollo.
Investigadores de la Universidad Drexel descubrieron que los bebés y niños pequeños a quienes se les permite pasar tiempo frente a una pantalla tienen más probabilidades de mostrar comportamientos sensoriales atípicos asociados con trastornos del desarrollo neurológico como el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Los investigadores también descubrieron que la cantidad de tiempo que los bebés pasaban frente a una pantalla y su edad influían directamente en su desarrollo. Cada hora diaria de tiempo frente a una pantalla aumentaba las probabilidades de que el niño presentara problemas sensoriales en un 23 % a los 18 meses, pero se reducía al 20 % a los 24 meses.
La única excepción es el chat por vídeo, ya que los beneficios sociales probablemente sean útiles para el desarrollo del niño.