Putin y Xi elogian la “estabilidad” de la asociación entre China y Rusia al margen de la OCS | Noticias de Xi Jinping

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El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder chino, Xi Jinping, elogiaron la “asociación” de su país al margen de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), un bloque de seguridad regional fundado por el dúo como contrapunto al poderío occidental.

En un discurso pronunciado el miércoles en el marco de la cumbre celebrada en Astaná (Kazajstán), tanto Putin como Xi elogiaron la ampliación del número de miembros del grupo, que incluye a los países de Asia central, así como a la India, Irán y el miembro en espera, Bielorrusia. También siguieron describiendo la relación entre China y Rusia como una fuerza estabilizadora en tiempos caóticos.

Putin afirmó que la OCS está “reforzando su papel como uno de los pilares clave de un orden mundial multipolar justo”. Sin embargo, sostuvo que “la cooperación no está dirigida contra nadie, no estamos creando bloques ni alianzas, simplemente actuamos en interés de nuestros pueblos”.

En declaraciones televisadas antes de una reunión bilateral con Xi, el líder ruso se refirió rápidamente a la relación entre Moscú y Pekín. Dijo que la “asociación integral y la cooperación estratégica entre los dos países están viviendo su mejor período de la historia”.

A su vez, Xi hizo referencia a la “turbulenta situación internacional y el entorno externo” y dijo que Rusia y China “deberían seguir defendiendo la aspiración original de amistad para las generaciones venideras”.

Continuó llamando a Putin un “viejo amigo” y dijo que los países habían establecido “planes y acuerdos para el próximo desarrollo de las relaciones bilaterales”.

La reunión entre los líderes –la segunda en dos meses– se produce en un momento en que tanto China como Rusia siguen enfrentándose a presiones de Occidente por sus políticas regionales. Durante su última reunión en Pekín, los dos líderes se comprometieron a profundizar sus vínculos, al tiempo que lanzaban ataques velados a organizaciones y bloques internacionales como las Naciones Unidas, el G20 y la Organización del Comercio del Atlántico Norte (OTAN).

En total, los dos líderes se han reunido unas 40 veces, incluida la firma de una asociación estratégica “sin límites” pocos días antes de que Rusia invadiera Ucrania en 2022.

China ha sido criticada repetidamente por lo que Estados Unidos y sus aliados occidentales han llamado sus acciones cada vez más asertivas en la región de Asia y el Pacífico y su política hacia Taiwán, la isla autónoma que reclama como suya.

Rusia ha buscado demostrar que no está aislada en el escenario internacional en medio de su continua invasión de Ucrania, a pesar de ser el blanco de un torrente de sanciones y presiones de los países occidentales.

Óptica compartida

Durante la cumbre, Putin se reunió también con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que se encontraba entre los países observadores que participaban en la cumbre junto con Arabia Saudita y Egipto. Turquía es miembro de la OTAN y mantiene estrechos vínculos comerciales y financieros con Moscú, y se ha presentado como un posible mediador en la guerra entre Rusia y Ucrania.

La presidencia turca dijo que Erdogan le dijo a Putin que Turquía “puede sentar las bases para un consenso para poner fin a la guerra en curso entre Rusia y Ucrania, primero con un alto el fuego y luego con la paz”.

“Es posible una paz justa que pueda satisfacer a ambas partes”, añadió.

Más tarde, el portavoz de Putin dijo que Erdogan no podía actuar como intermediario en el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Cuando un entrevistador de la televisión rusa le preguntó a Dmitry Peskov si Erdogan podría asumir ese papel, respondió: “No, no es posible”, informó la agencia de noticias Tass.

Bielorrusia, un cercano aliado de Rusia y desde donde Rusia organizó parcialmente su invasión de Ucrania, también se unirá formalmente a la OCS el jueves.

En una entrevista con los medios estatales kazajos, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, dijo que el grupo estaba “demostrando al mundo que existen plataformas internacionales alternativas, diferentes centros de poder”.

Pero muchos de los intereses de los países miembros han permanecido obstinadamente divergentes desde la fundación de la OCS en 2002.

Moscú y Pekín han competido por la influencia en Asia Central, que incluye a las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Sólo Turkmenistán no es miembro de la OCS.

A pesar de décadas de influencia rusa, la región rica en recursos ha sido clave para los principales proyectos económicos y comerciales de Beijing, incluido su emblemático proyecto de infraestructura, la Franja y la Ruta, destinado a fortalecer las rutas comerciales globales hacia China.

En declaraciones a la agencia de noticias The Associated Press, Nigel Gould-Davies, investigador principal para Rusia y Eurasia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, señaló que la OCS tiene “diferencias de seguridad significativas entre sus miembros”.

Sin embargo, dijo que el “valor principal” de la organización estaba en la imagen que proyectaba la unión de países no occidentales.

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