¿Dónde estará la transición ecológica en el nuevo Gobierno?
Este jueves acabamos de conocer la lista de ministros del nuevo Gobierno. Entre el equipo Azul, las miradas se centraron en la cartera de Medio Ambiente y Acción Climática, un ministerio que ahora se llamará Medio Ambiente y Energía y estará dirigido por Maria da Graça Carvalho, eurodiputada y ex ministra de Ciencia.
En tiempos de crisis climática, el mayor desafío de Graça Carvalho será la aplicación de Ley Básica del Climainiciando su mandato en un año de revisión de la Plan Nacional de Energía y Clima (cuya propuesta portuguesa está siendo evaluada por Bruselas) y también la Hoja de Ruta para la Neutralidad de Carbono 2045, que debería estar finalizada en 2024.
El trabajo realizado en los últimos años en el Parlamento Europeo en expedientes vinculados a la industria y la energía, describe la periodista Ana Brito“garantizó la confianza de Luís Montenegro” para liderar la cartera de Medio Ambiente y Energía, en un “momento crucial de transformación a nivel nacional e internacional”. Pero las decisiones que deben tomarse en la transición hacia una economía baja en carbono, un camino que el país debe seguir para cumplir sus objetivos de reducción de emisiones, no son sencillas.
En Portugal, escribe Ana Brito, Maria da Graça Carvalho afrontará desafíos como el lanzamiento de primeras subastas de parques eólicos no mar y “gases renovables”. En la cartera de energía, también tendrá que “garantizar que el país sea capaz de fortalecer la red eléctrica y la capacidad de almacenamiento para dar cabida a una mayor energía renovable”. En el ámbito del medio ambiente, las prioridades del nuevo ministro se resumen en la gestión de los recursos hídricos y los desafíos del licenciamiento ambiental, sin olvidar la procesos de exploración de litio.
Pero hay mucho más que esperar de este nuevo Gobierno en términos de medio ambiente y clima. Con la recién aprobada Estrategia Nacional de Largo Plazo para Combatir la Pobreza Energética 2023-2050es necesario poner sobre el terreno soluciones eficaces para promover la eficiencia energética, lo que aportará más confort y salud a muchas familias. Además de otorgar licencias para grandes plantas de energía renovable, es necesario reforzar la importancia de la producción descentralizada, particularmente en las comunidades energéticas.
La prolongada sequía que afecta especialmente al sur del país no genera alarma sólo para la gestión de recursos hídricos – es, más bien, una advertencia sobre la falta de estrategias a largo plazo para adaptar los territorios y nuestra economía al impacto cada vez más visible del cambio climático. No podemos olvidar los compromisos del país con la protección de la biodiversidad, que tantas veces pasa a un segundo plano cuando se habla de “ganancias para el PIB”, ni los problemas que afectan especialmente a los grandes centros urbanos, como la gestión de residuos o la contaminación.
Aún habrá que esperar un poco más para conocer la estructura de estos ministerios y las secretarías de Estado que albergará cada uno de ellos. ¿La Secretaría de Estado de Movilidad Urbana permanecerá dentro del Ministerio de Medio Ambiente? ¿Y adónde se fue el Mar, que desapareció del nombre del Ministerio de Economía? ¿Quién será responsable de la cooperación en el ámbito de los océanos? Una triste coincidencia: en el episodio de este jueves de podcast hacer azulos traemos una entrevista a Ana Matías, coordinadora de clima de la ONG Sciaena (dedicada a la conservación marina) en la que se plantea la primera petición en Lista de deseos del ambientalista era, precisamente, un Ministerio del Mar autónomo.
No puedes tenerlo todo, eso es seguro. Pero podemos –y debemos– exigir un liderazgo firme del nuevo Gobierno en la transición necesaria en tiempos de crisis climática. Además de los compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la biodiversidad, el Gobierno está comprometido, ante todo, con el bienestar de sus ciudadanos. Y la transición ecológica, recuerdan los activistas, sólo podrá lograrse si se tienen en cuenta las necesidades de la población, especialmente de los grupos más vulnerables. No dejemos que esto se pierda entre los nombres de los ministerios.